28/2/11

28 de Febrero



El año pasado, tan día como hoy, conmemorando el Día de Andalucía, alguien dejó anónimamente el enlace a este vídeo, en el que se reivindica una vez más el restablecimiento del Reino de Granada, un tema en el que no me atrevería a definirme, ya que si bien ese Reino fue una realidad histórica hasta no hace mucho tiempo, también es verdad que la Historia rara vez vuelve atrás y en este momento parece imprudente un cambio en la configuración del mapa andaluz, precisamente cuando se levantan voces que cuestionan la igualdad entre las autonomías.

Se perdió la ocasión de recobrar el Reino de Granada cuando, a la hora de diseñar el mapa autónómico, se pensaba que Andalucía era demasiado grande y se sopesó la idea de dividirla en Occidental y Oriental, correspondiendo esta aproximadamente con el Reino en su última etapa, por lo que su capital hubiera sido Granada. Pero esa ocasión pasó y ahora veo un poco utópico este planteamiento.

Pero veamos el vídeo, que está bien hecho, es interesante y va acompañado de la canción Europa, de Globus, con una letra un tanto discutible.






23/2/11

23-F





Decíamos ayer.....


16/2/11

Pinocho



No sé si recordáis el cuento de Pinocho de Carlo Collodi, el de verdad, no las versiones que se han hecho luego para el cine. Era un cuento largo, con mucho texto y algunos dibujos, como estábamos acostumbrados los niños de antes. En él hay un momento en que Geppetto renuncia a su desayuno para dejarle al muñeco-niño que se coma tres peras. Pero Pinocho exige que se las monde y deja las pieles y los corazones. Geppetto lo toma con paciencia y espera hasta que Pinocho, que sigue teniendo hambre, termina por comérselo todo.

Yo leí este cuento en la posguerra, cuando a los niños nos decían que las raspas de las sardinas en aceite eran buenas para los huesos y nos hacían crecer, a fin de que nos las comiéramos enteras, sin dejar ni las escamas.

Pienso ahora que en esta España nuestra nos hemos pasado unos años despreciando las pieles de las peras y las raspas de las sardinas, pero ahora toca de nuevo aprovechar lo que tenemos y no desperdiciar nada. ¿No os parece?


Ilustraciones: J.Viñals para Las aventuras de Pinocho Editorial Juventud S.A. 1941

8/2/11

Ernesto Corazón de León





No se como llegué a su blog, Testigo, pero en seguida me engancharon sus posts profundos, trabajados y siempre interesantes. Empezamos a comentarnos y pronto supe de su mal estado de salud, pronto llegaron sus alarmantes ausencias, a la vuelta de las cuales nos contaba que había salido por un pelo de una nueva faena de su corazón. Hasta que un mal día, el 28 de Enero, ese corazón dijo hasta aquí he llegado y nos lo arrebató.

Dice Manuel Alcántara que hay personas que se mueren y otras que se “nos” mueren. Ernesto era de estas, de las que nos dejan un vacío difícil de llenar. Cuando inicié mi vida virtual en los blogs hace años, parecía que de la Red solo iba a recibir cosas positivas, que estaba llena de todo lo que a mí me faltaba: juventud, alegría... vida. Pero luego he encontrado las mismas pérdidas que en la vida real, personas a las que quieres y un día se te van de una forma o de otra. Ya van siendo muchas las veces que mis lágrimas caen sobre el teclado, que tengo que hacer un esfuerzo para comentar festivamente en un blog o en una galería de fotos, ya van siendo demasiados los blogs que debo eliminar de mis marcadores, que me resisto a eliminarlos y ahí quedan detenidos, gritándome su silencio. O activos, pero sin que ya tenga nada que ver con ellos.

Descansa en paz, Ernesto, testigo de los más altos sueños, fedatario de un mundo mejor. Te vamos a echar de menos, ya lo estamos haciendo.

1/2/11

San Cecilio





Todo es posible en Granada, incluso que su patrón no haya existido nunca. Me explico. Hoy celebra la iglesia el día de San Cecilio, patrón de Granada, pero ocurre que hay grandes dudas acerca de la existencia de este supuesto varón apostólico al que se atribuye la evangelización de la romana Ilíberis antecesora de esta ciudad.

El 25 de Marzo de 1588, al derribar la torre de la Mezquita Mayor también llamada Torre Turpiana, apareció una caja de plomo cerrada y recubierta de betún que contenía entre otras reliquias un pergamino escrito en árabe, castellano y latín. En este pergamino se habla de una profecía del evangelista San Juan acerca del fin del mundo, al parecer traducida al castellano por un árabe cristiano llamado Cecilio, obispo de Granada, que añadió un comentario en su lengua. Se completa con la declaración en latín de un sacerdote que relata como San Cecilio a las puertas de la muerte le confió esta caja con todo su contenido para que la ocultara de los árabes en lugar seguro.

Redondo, ¿verdad? Pues no acaba ahí la cosa.

En Febrero de 1595, unos buscadores de tesoros que removían ruinas en la colina de Valparaíso, encuentran una lámina de plomo escrita en árabe que habla del martirio de San Mesitón en tiempos del emperador Nerón. Lloviendo ya sobre mojado, el arzobispo de la ciudad, D. Pedro de Castro, se lanza con entusiasmo a excavar y van apareciendo sucesivamente hasta 22 libros escritos en láminas de plomo que narran el martirio de San Cecilio, sus discípulos San Setentrio y Patricio y el resto de santos varones que integran el martirologio granadino del s.I.

Pedro de Castro se las promete muy felices, pero hay voces disidentes, como la del sabio orientalista Benito Arias Montano, que no ven claro este asunto y la polémica discurre a lo largo del siglo XVII, hasta que en 1682 el papa Inocencio XI declara falsos y heréticos los libros plúmbeos “no solo por contener doctrinas opuestas a la Sagrada Escritura y usos de la Iglesia, sino también por los resabios de mahometismo y reminiscencias del Corán” (Baldomero Macías Rosendo)

Hasta aquí la Historia, pero lo que nos interesa ahora es por qué se montó este tinglado de falsos libros y pergaminos en los que, incluso, quizá se inventó la figura de San Cecilio.

Pues muy sencillo. Por aquella época, los moriscos granadinos cuyos antepasados se convirtieron al cristianismo forzados por el Cardenal Cisneros, se veían perseguidos, postergados y examinada con lupa su “limpieza de sangre”, por lo que temiendo ser expulsados de la tierra que fue suya durante generaciones, concibieron este montaje en el que personajes de origen árabe estaban implicados en el nacimiento de la iglesia cristiana en Granada. O sea, que a cristianos antiguos no los ganaba nadie.

Lo que nos lleva directamente a que hoy los granadinos suben las siete cuestas hasta la Abadía del Sacromonte para dar culto al santo y comer habas verdes, bacalao y tortas salaíllas. La relación de San Cecilio con las habas, el bacalao, las tortas y la tortilla del Sacromonte necesitaría de un profundo estudio que ya desborda los límites de este artículo.


Dedicado a Ernesto, cuyo estudio sobre los moriscos quedará como ejemplo de rigurosidad y buen hacer en la Red.